Quizá fue uno de los 45 millones de europeos que el invierno pasado se vacunaron contra el virus H1N1. La gripe A causó "mucho alboroto, pero afortunadamente no fue tan mala", recordó el presidente de la comisión de Medio Ambiente del PE, el socialista alemán Jo Leinen, durante un taller sobre el tema celebrado el 5 de octubre en la Eurocámara. Eurodiputados, representantes de la Comisión Europea y expertos analizaron la respuesta de la UE y los Estados miembros ante la epidemia.
Los participantes en la reunión repasaron lo ocurrido después de que la Organización Mundial de la Salud advirtiera de la posibilidad de una gran epidemia a escala mundial. Mientras que algunos mostraron su total confianza en la independencia de todas las comisiones científicas responsables de los informes que llevaron a esta conclusión, varios eurodiputados reclamaron una mayor transparencia en caso de producirse una situación similar en el futuro.
Preguntas sin respuesta
Así, el eurodiputado esloveno del grupo del Partido Popular Europeo Alojz Peterle se preguntó "¿qué fue antes, la vacuna o el virus?". "¿Cuánto dinero se invirtió en vacunas y al final no se utilizó?", quiso saber, por su parte, la portuguesa de la Izquierda Unitaria Europea Marisa Mattias. Y la liberal francesa Corinne Lepage reclamó la total independencia de los expertos con respecto a las compañías farmacéuticas.
Para la socialista británica Glennis Willmott, "es necesario aclarar" cuestiones como la transparencia "y los vínculos con los grupos farmacéuticos", ya que quedan "preguntas razonables" sin responder.
Preparados para lo peor
La representante de la presidencia sueca del Consejo Anita Janelm subrayó que hubo consenso entre los expertos de todo el mundo en que el virus suponía una amenaza, argumentando que "es imposible evitar las incertidumbres, y mejor hacer mucho que poco y no pasar a la acción".
A su vez, Zsuzsanna Jakab, directora del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades en el momento de la alerta, admitió que se contaba con poca información. "Estábamos preparados para algo mucho peor", explicó, remarcando que "en el futuro debemos ser más flexibles, y tener la posibilidad de dar marcha atrás si la epidemia es moderada".
Comunicación
Los participantes en la reunión se mostraron de acuerdo en que "la comunicación al público fue pésima", en palabras de la directora general de Salud Pública de la Comisión Europea, Paola Testori Coggi, quien destacó que tampoco quedó claro el nombre del virus, "al que se llamó gripe aviar, gripe mejicana...", recordó.
El actual director del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, Marc Sprenger, admitió que la comunicación del organismo en casos de crisis "debe ser más sofisticada".
Diferencias de precio
Otro asunto debatido durante el taller fue la diferencia de precio de la vacuna entre los Estados miembros. Los eurodiputados pidieron que, en caso de producirse una situación similar en el futuro, se estudie la posibilidad de un suministro público conjunto a toda la Unión Europea. El ponente del tema en el Parlamento Europeo, el eurodiputado francés de Los Verdes Michèle Rivasi, aseguró que esto sería necesario "para que algunos Estados miembros no tengan que hacer frente a precios más altos".
Rivasi lamentó la falta de una comunicación fluida entre los Estados miembros y las instituciones comunitarias durante la crisis, aunque varios eurodiputados consideraron que sí existió un buen flujo informativo en ambas direcciones. El europarlamentario socialista francés Gilles Pargneaux está convencido de que "la base legal con la que contamos no es suficiente; necesitamos una política comunitaria sobre el tema".
De hecho, está previsto que la Comisión Europea presente una propuesta al respecto el año que viene, en la que se contemplen asuntos como el suministro público conjunto de vacunas a toda la Unión Europea en caso de pandemias, estrategias coordinadas de vacunación o una mejor estrategia de comunicación.
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